viernes, 7 de septiembre de 2007

Compromiso con el calentamiento global

Por: Amarylis Dávila Especial para ESCENARIO

Gregory Jones, climatólogo y profesor de la Universidad de Southern Oregon, ha dado a conocer a la prensa internacional los resultados de su estudio mundial sobre los efectos de la temperatura en las principales zonas de viticultural del planeta. Los cambios, indica el científico, se perciben como “lentos y difíciles de intuir”, pero su capacidad de afectar la calidad de los vinos, los modos de cultivar, vendimiar y elaborar son muy reales.

A modo de ejemplo, se expone el caso del Valle Central chileno, donde la industria del vino local tendrá que enfrentar una reestructuración, afectando fuertemente la producción de vino. Esa zona sufriría un recalentamiento de 1.8 grados en época de cosecha, lo que plantea un gran desafío. “Chile pasará de un clima intermedio a uno cálido, por lo cual la industria debe plantearse qué variedad debe plantar en el valle central y empezar a pensar en instalarse en mayor altura y moverse más hacia al sur”, señaló Jones. Asegura además el profesor que estos retos responden un fenómeno que incluye claramente a otros países. Zonas de Italia, Sudáfrica, Australia, California, Argentina y hasta lugares clásicos como Burdeos y Borgoña en Francia ya están reestructurando sus plantaciones por el aumento de temperaturas que se anticipa durante los próximos 50 años. Cada uva precisa de una temperatura idealUn sutil cambio en los grados en la época de cosecha puede ser devastador sobre el tipo de uva que se cultiva, explica Jones, porque cada vino tiene un límite de temperatura en el cual puede ser cultivado. Es así como un Pinot Noir necesitará un clima frío de unos cincuenta y nueve grados para una calidad óptima mientras que un Cabernet Sauvignon se encuentra mucho mejor en un ambiente más cálido y cercano a los sesenta y cinco grados. Estos son cambios drásticas que requirán no sólo que se adapten los modos de cultivo sino, incluso, el traslado de viñas a otras parcelas que casi con toda seguridad cambiará el perfil del vino al que sirve su vendimia. Es un asunto difícil y con muy pocas variables que considerar a la hora de plantar porque sencillamente se somete la planta a condiciones en las que no puede funcionar bien, ni siquiera cuando se trata de vinos en los que se buscan altas graduaciones alcohólicas. En el caso específico de Chile y Argentina, debido a su proximidad al agujero de la capa de ozono situado en el cono sur, se afectará en cada vez en mayores, afectando, si no se tomas las medidas necesarias a tiempo, las perspectivas de dos de los principales 10 productores mundiales, cuyo sello distintivo como productores y exportadores es la calidad de su tierra y de su clima, ideales para el cultivo de buenas uvas y la fermentación de buenos vinos. La longitud de Chile, una buena noticia “En este sentido nos beneficia la longitud de Chile”, aseguró el doctor en bioclimatología y académico de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, quien concuerda con la tesis de Jones. El académico dice que su país tiene una situación privilegiada que le permite “jugar” con la altitud, la cercanía a la costa y la latitud, para balancear la temperatura ideal para el cultivo. Esta opinión la comparte el profesor del área de viticultura y enología de la Universidad Católica Philippo Pszczolkowski, quien agregó que se debe considerar que los cambios climáticos también pueden producir un recrudecimiento de los inviernos. Las consecuencias no deben tomarse a la ligera. Una zona del mundo que ya está sufriendo las consecuencias del calentamiento es Napa Valley, en California, donde ya es muy cálido hasta para hacer Cabernet Sauvignon, pero debido a su atractivo turístico debe continuar la producción, aunque no se puede evitar la merma en su calidad. Chile espera su momento confíada en su capacidad de adaptación.Otro de los problemas graves aparejados con el calentamiento y que es más difícil de controlar aún son las plagas. “La mayor temperatura aumenta la intensidad de las plagas, la cual tendrá una incidencia sobre los costos”, sentencia el académico. En el sector aseguran que si bien están constantemente estudiando las temperatura, no está al centro de sus preocupaciones. “La verdad es que nosotros tenemos ahora bastantes problemas y no estamos especialmente complicados con el tema climático”, aseguró el Presidente de Chile Vid, René Merino. Además el ejecutivo dijo que la industria está preparada para asumir el desafío, pues es “muy plástica e innovadora”.

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